Estamos casi en la recta final del Programa Sara en Mérida y muchas de las participantes van teniendo las ideas más claras, tanto en lo personal, como en lo profesional.
Empezamos el 30 de enero y a estas alturas ya han pasado casi 3 meses de asistencia al Programa. Terminamos la fase 1 y la fase 2 y estamos realizando una última revisión de objetivos profesionales, productos y servicios, etc.
El clima que ya se respiraba cuando publicamos la primera entrada, ha ido incluso mejorando con el tiempo; y es que compartir 4 horas cada día de lunes a viernes da para mucho. Ya han pasado por el aula todos los docentes – Ana Ruano, Imelda Portillo, Manuel Carrasco Pina – y hoy ha sido el último día de una de las dos docentes más habituales; Begoña Sánchez, «la profesora de los miércoles».
Como contábamos en una entrada anterior, muchas de las participantes llegaron al Programa algo agotadas, algunas algo deprimidas, otras un poco cansadas y desmotivadas tras su recorrido de «lucha» por el mercado laboral. Lo más gratificante para una docente, al menos para mi, es ser testigo de la evolución de unas alumnas y ver que aquella información – teórica y práctica – y herramientas que se facilitan a lo largo de un curso, son llevadas a las práctica por las participantes.
Así ha sido. Muchas de ellas han comenzado a utilizar una agenda, han aprendido a distinguir entre estos 4 cuadrantes – Urgente, importante // No urgente – importante // Urgente – no importante // No urgente – no importante, y por tanto, han aprendido a delegar, han empezado a identificar acciones a realizar para mejorar su diagnóstico inicial de su «rueda de la vida», han dejado de hacer (o al menos, disminuido) compromisos que no le suponían ningún valor, han comenzado a practicar la asertividad y darse cuenta que LO ESTRATÉGICO está en ser capaz de focalizarse en el cuadrante 2 (tareas no urgentes e importantes). Para entrenarse en esta vía, paralelamente, se han iniciado en la práctica de la atención plena. Una clave que permite ir caminando hacia el cuadrante 2 y eliminar la ansiedad y el estrés que produce estar todo el tiempo en el cuadrante 1, de urgente – importante, «apagando fuegos». De hecho, esta tarde, algunas de ellas se han decidido a asistir a una conferencia sobre atención plena en Mérida.
Otras están practicando el desapego, la meditación, algunas se han iniciado en yoga, y muchas de ellas han iniciado su estrategia de reincorporación al mercado laboral.
En la fase 2, las participantes, a través de una serie de ejercicios que le han dado ciertos quebraderos de cabeza pero que pueden ser esclarecedores y potentes, han seguido el itinerario de las 6P: propósito, personalidad, público, producto, posicionamiento y promoción.
Por lo que he podido observar, ninguna de ellas – a excepción quizá de nuestra querida Maite – había indagado nunca en cuestiones que tienes que ver con su personalidad; en el sentido explícito del término. A través de los ejercicios, han conseguido identificar los atributos de su personalidad así como sus valores. Una clave para la vida, puesto que los valores son las líneas rojas divisorias que te ayudan en la toma de decisiones. Si tienes un valor X y tomar una decisión Y supone traspasar esa línea, es mejor no aceptarla, pues de lo contrario, es cuando se genera el conflicto interior. Sigue leyendo